miércoles, 10 de septiembre de 2014

México según relatos de extranjeros

Son muchos los relatos de quienes ecorrieron los caminos, ciudades, y lo más recóndito del territorio mexicano desde la conquista. Sin embargo, fue tras el fin de la Independencia, que México abrió sus puertas al mundo y se presentó como un territorio de oportunidades y económicamente explotable.

Alexander Von Humboldt, escribió un famoso ensayo acerca de la Nueva España. Su escrito narraba sus vivencias en las tierras americanas. La mayoría de los viajeros se explayaron en sus comentarios acerca de la belleza natural y exótica, tal y como lo comentó Thomas Gage:

…los que han fatigado con sus plumas el territorio de Granada en España, el de Lombardía y Florencia en Italia, y los han comparado con el paraíso terrenal, corregirían sus impresiones si conocieran el Nuevo Mundo y México.

El explorador inglés Frederick Catherwood realizó famosos dibujos de ruinas mayas en su viaje por Yucatán y Chiapas, a mediados del siglo XIX. Sus ilustraciones fueron de gran ayuda e impulsaron el estudio de la civilización maya.

Durante el Segundo Imperio Mexicano, llegó como miembro de la corte, la Condesa Paula Kolomitz, quien relató sus vivencias en el relato titulado "Un Viaje a México". Su estancia en la Ciudad de México y sus alrededores fue placentera, y en su libro se encuentran descripciones de lugares como San Ángel, Tacubaya, Chapultepec y el Desierto de los Leones.

Dado el carácter subjetivo de las crónicas, no es de extrañar que presenten apreciaciones exageradas de una realidad que no acababan de comprender. Fanny Calderón de la Barca, esposa del Ministro de España en México, describió un ambiente de melancolía, inmensidad y desolación en el Valle de México.

Hay un grupo importante que ayudó a forjar la leyenda del Nuevo Mundo, los inmigrantes. No eran diplomáticos ni científicos, sino personas que se trasladaron a México y Sudamérica en busca de riqueza. Los que la encontraban y volvían a sus países, hablaban del los paisajes exóticos, el mundo prehispánico e indígena, las tradiciones de los mexicanos, etc. Así contribuyeron a crear la imagen colectiva que se tenía de México en Europa y Estados Unidos. La mayoría de los cronistas escribieron desde sus propios dogmas, ignorancia y prejuicios.

El mundo indígena, muy poco estudiado por estos viajeros, está sujeto a los lugares que visitaron, según sus intereses (diplomáticos, económicos, científicos). Señalan como, en general, el siglo XIX continuó con el proceso de mestizaje, pero sin profundizar en su conocimiento. Humboldt dijo percibir en los indígenas un aire lúgubre y triste, una falta de alegría que es resultado de los siglos de sometimiento y esclavitud. Por su parte Kolomitz describe a los mexicanos más atentos a lo que le ofrece la Naturaleza, en lugar de procurar su propio sustento. Un elemento común entre ellos es que describen la Naturaleza de a los mexicanos como gentil, suave, reservada, y sin embargo sospechosa.

Las contradicciones que México les muestra, son las que aún conserva: Un pueblo rico dominado por la falta de voluntad y educación. Muy gentil y con anhelos de paz, pero siempre en conflictos. Católico, más con resquicios de idolatría. De costumbres conservadoras, pero intentando implantar ideas liberales. Sin embargo, esta mezcla de contrarios y sus circunstancias, es la que conformaban al Mexicano del siglo XIX, y la columna vertebral de la sociedad Mexicana de la actualidad.












[Imagen: Frederick Caterwood, "Lámina 6: Panorámica General de Palenque". Litografía]

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